El crecimiento de las empresas depende en gran medida de la confianza que inspiren en los mercados y esa confianza se consolida cuando son capaces de informar con transparencia sobre sus estados, cuando voluntariamente ofrecen datos que se les solicitan, cuando dan un trato equitativo desde la junta de accionistas, el colaborador de menor rango, hasta el último de sus clientes. Esa es la filosofía bajo la cual se gestionan las empresas con Gobiernos Corporativos.

Este concepto, que tiene su origen en países más desarrollados del oeste de Europa, en Canadá, los Estados Unidos y Australia, busca mantener la operatividad de las empresas para no afectar los intereses de quienes se relacionan con la organización. Es decir, que busca evitar a toda costa que una empresa quiebre.

Otro de los puntos que incluye es la prácticas de "Códigos de Familia", que se resumen en que los propietarios de un negocio familiar profesionalizan las decisiones que se toman al interior de la empresa.

Por ejemplo: si por alguna razón el propietario no pudiera dirigirla y tuviera que delegar la conducción de la empresa a otra persona, previamente se ha establecido el procedimiento y los criterios para decidir a quién se nombrará para asumir el reto. Si no está dentro de la familia, se busca a alguien de fuera.

"Suele pasar que muere el dueño del negocio y después hasta los cuñados de los herederos (que nunca antes estuvieron presentes) quieren tomar decisiones importantes. Eso se evita con las normas que establece esta filosofía", ejemplificó Óscar Rivas, presidente del Instituto de Gobierno Corporativo.

Principios de Gobierno Corporativo

En un comunicado de la Bolsa de Valores de El Salvador se destaca que los gobierno corporativos funcionan bajo seis principios definidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Estos principios se resumen en proteger los derechos de los accionistas y de todas las partes involucradas en la operatividad de las empresas. Debe haber un cuidado especial por no afectar los intereses de todos los actores vinculados.

Según Rivas, los beneficios que obtienen las empresas son: prevalecer en el tiempo, ganar reconocimiento a nivel mundial por emplear buenas prácticas, opciones de negocios a largo plazo e incluso, mayores opciones de financiamiento.

Conformación del IGC-ES

Desde 2011, la Fundación Bursátil del país inició el proyecto de creación del Instituto de Gobierno (IGC-ES), que será una organización sin fines de lucro, pero aún no ha sido autorizado para operar.

Aunque el IGC no esté jurídicamente constituido, las instituciones del sistema financiero del país ya forman parte.

Con esta iniciativa, la Fundación Bursátil busca crear un mercado más sano, que se reduzcan los riesgos para los inversionistas y que haya más confianza, dijo Rolando Duarte, presidente de la Bolsa de Valores.

Una vez confirmado, el instituto pasará a formar parte de la Red de Institutos de Gobierno Corporativo de Latinoamérica (IGCLA), integrada por nueve países.

Entre los principales beneficios de pertenecer a esta red se destacan: acceso a información, asesoría técnica y recursos de apoyo para que las empresas salvadoreñas apliquen esta filosofía.