Similar a este año. Así es la perspectiva que diversos analistas prevén para la economía del país en 2019. Algunos consideran que el crecimiento podría ser incluso levemente mayor.

“El crecimiento económico para El Salvador en 2019 yo lo estimo en un 2.5 por ciento (del PIB) porque yo esperaría una recuperación de las exportaciones, las remesas familiares van a seguir creciendo, y tengo casi la seguridad de que la dinámica del crédito al sector privado y a las familias se va a mantener”, sostiene el economista Rigoberto Monge.

 

Según los cálculos de Monge, la economía del país crecerá este año un 2.2 por ciento. Eso significa que él prevé una mejoría de tres décimas para 2019.

Un poco distinto es el panorama que visualiza Pedro Argumedo, analista económico de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

“Las perspectivas son mixtas. Hay un tema fiscal importante porque tenemos vencimientos importantes de deuda a final de 2019”, destaca Argumedo. “Son 900 millones y tenemos un ‘put’, que es una opción que pueden ejercer los que tienen títulos, como de 280 millones allá por agosto”.

El auge de proyectos inmobiliarios permitirá al sector de la construcción cerrar el año con cifras positivas, una tendencia que se prevé se mantenga en 2019.

Otro factor clave, según el analista de Fusades, será el resultado de la elección presidencial. Dependiendo de quién gane, los empresarios sentirán mayor o menor confianza para invertir, lo cual seguramente repercutirá en la marcha de la economía del país.

Argumedo señala que el Índice de Confianza Empresarial, que Fusades elabora con base en encuestas a empresarios y altos ejecutivos, se ha deteriorado desde julio del presente año, debido a la incertidumbre electoral.

En los últimos cinco años, el factor que los empresarios consideraban más nocivo para el clima de inversión era la delincuencia. Pero ya en el tercer trimestre de este año, la “incertidumbre” se ubicó el primer lugar, según Fusades.

El Banco Central de Reserva (BCR), por su parte, prevé que en 2019 la economía del país crecerá a una tasa similar a la del presente año.

“Estamos estimando para el año 2018 y para el 2019 que estemos cerrando con una tasa de crecimiento de 2.6 por ciento”, sostiene el gerente de Estadísticas del BCR, Edgar Cartagena.

Otras instituciones, como Cepal y la calificadora Fitch Ratings prevén que la economía salvadoreña crecerá este año en 2.4 por ciento. El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, proyecta 2.5 por ciento.

Factores positivos

De cara a 2019, el principal factor positivo que los analistas advierten es el buen desempeño económico de Estados Unidos. El FMI prevé que la superpotencia expandirá su economía en 2.5 por ciento el próximo año, levemente por debajo del 2.9 que se estima para 2018.

“Estados Unidos sigue con crecimiento alto. Eso da un buen incentivo para el desempeño económico de nuestro país porque le podemos vender más a Estados Unidos”, destaca Argumedo.

La locomotora estadounidense también tiene otro elemento favorable que repercute en vagones como El Salvador: su baja tasa de desempleo.

Al haber prácticamente empleo pleno en Estados Unidos, los inmigrantes salvadoreños que viven allá cuentan con mayores oportunidades de trabajo. A ello se suma que ante la eventual finalización del TPS en septiembre de 2019, muchos compatriotas han aumentado el monto de remesas que envían al país.

En los primeros 10 meses del presente año, las remesas familiares crecieron 9.1 por ciento. Y los analistas prevén que este flujo de dinero seguirá creciendo a buen ritmo en 2019, en parte porque ante un posible retorno al país, muchos inmigrantes envían más dinero que de costumbre.

Otro factor positivo, según el BCR, es la Unión Aduanera, que puede ayudar a incrementar el PIB del país en entre 0.5 y 1.2 por ciento el próximo año, de acuerdo con un reciente estudio de Cepal, citado por Cartagena.

Riesgos

Por el otro negativo, los analistas señalan que el próximo año Estados Unidos seguirá aumentado las tasas de interés, lo que también encarecerá el dinero en países como El Salvador.

“Se estima que va a haber un incremento en tasas a finales de este año y posiblemente dos en el próximo año”, detalla el gerente de Estadísticas del BCR.

“Eso significa que debido al alto endeudamiento, el país deberá pagar más por intereses”, explica Argumedo.
Otro elemento desfavorable serán los precios del petróleo, que se espera se mantengan altos el próximo año.

Por su parte, el impacto que los factores climáticos puedan tener en la economía constituye una gran incógnita. Pero es un hecho que el país tiene una alta propensión a desastres naturales y daños en la producción agrícola por efectos de la sequía.

En el balance, los analistas prevén que 2019 será un año bastante similar a 2018 en cuanto al desempeño económico del país.