Panorama.com.ve / Jhoandry Suárez

POLÍTICA Y ECONOMÍA 11:47 AM / 08/03/2018

Desde octubre del año pasado, el Gobierno se ha atrasado en el pago de cupones (intereses) de títulos de deuda por un monto superior a los $ 2 mil millones, lo que a juicio de expertos, incrementa las expectativas negativas sobre la capacidad de pago del país.

En total existen 13 cupones retrasados, 9 de bonos soberanos y cuatro de Pdvsa, los cuales suman 1.309 millones de dólares. Mientras que el mes pasado cayeron otros cuatro en periodo de gracia, tres soberanos y uno de la estatal petrolera, y cuyo valor asciende a
$ 705,1 millones.

El monto por intereses vencidos representa más del 50% de lo que el Estado y Pdvsa terminó pagando el año pasado por el capital de los papeles.

Este escenario se presenta en un contexto en el que la calificadoras de riesgo han ubicado al país en “default parcial” y el Gobierno afronta problemas de caja producto de la caída de la producción petrolera y las reservas.

Ante la demora, un grupo de tenedores del bono venezolano 2034 se organizaron para emprender una demanda en una Corte de Nueva York para exigir su pago y esta constituye la primera acción legal en contra del país.

El cupón de este título equivale a 70 millones de dólares y venció el 16 de enero y el período de gracia finalizó el 15 de febrero.

Varios inversionistas han enviado cartas al Gobierno y a la estatal petrolera para exigir su dinero, según reportó uno de los afectados a Redd Latam.

El Ejecutivo nacional, por su parte, sostiene que las sanciones de Estados Unidos perjudican la transferencia del dinero, al tiempo que ha afirmado que el proceso de “renegociación de la deuda va mejor de lo esperado”.

La agencia de corretaje Rendivalores, no obstante, en su último informe apuntó: “Aunque es cierto que las sanciones estadounidenses han complicado el proceso de pago de la deuda, cada vez parece más probable que eso sea simplemente una excusa para ocultar la desaparición de la voluntad de pago”.

Sostuvo que ante este tipo de atrasos lo “normal” sería que los acreedores presionaran para obtener repuesta; sin embargo, indicó que muchos inversionistas se mantienen “reacios” a comenzar el proceso de aceleración de la deuda, ya que iría acompañado de una reestructuración que podría ser de las más complicados de la historia, a juicio de algunos expertos.

En contraste, el especialista del mercado bursátil, José Ignacio Guarino, señaló: “Es incuestionable que el Gobierno quiere pagar, pero se ha complicado por las sanciones. Igual, no se puede descartar que los tenedores se cansen de esperar y tomen acciones”.

Recordó que la Asociación de Trading de Mercados Emergentes decidió continuar con la negociación de los bonos, pero con un valor marginal. “Los bonos venezolanos tienen un altísimo rendimiento, pero riesgos importantes. Esto se conoce como ‘bonos basura’ o ‘bonos de altísimo rendimiento’ (high yield)”, explicó.

Aseveró que diariamente las operaciones de los títulos oscilan entre 3 a 5 millones de dólares, en promedio; sin embargo, anteriormente se mantenían, por día, en el orden de los $ 200 y $ 300 millones, incluso, rozaba el millardo dólares, en un “buena jornada”.

Aunque marzo es un mes en el que la carga de pagos es ligera, apenas 228,8 millones de dólares; el mismo panorama no lo tiene el Gobierno en abril, cuando el desembolso que tiene que hacer llega a 756,3 millones de dólares.

Rendivalores en su análisis, advirtió que el siguiente mes puede cortar con la “parálisis” de los acreedores y que no le den más plazo al Ejecutivo para pagar. “Nuestro escenario base es que ese pago no se va a realizar (Elecar 2018, el 10 de abril), y el tono de la respuesta y comentarios de las autoridades al respecto revelaría información nueva”, refirió.

Guarino descarta que el Gobierno entre en “default”, a pesar de la caída de la producción de crudo de los problemas de caja que atraviesa, ya que hubiese sucedido en 2017.

Esta óptica no la comparte el economista Jesús Casique, quien apuntó que el camino para evitar el “default” es un refinanciamiento.

“Venezuela tiene que ir a refinanciamiento y reperfilamiento de la deuda en términos amigable, invitar a los tenedores de deuda, decirle cuál es el flujo de caja”, propuso.

El año pasado, el 13 de noviembre, el Jefe de Estado convocó a los inversionistas a discutir una renegociación de la deuda, pero, según reportaron agencias de noticias como Reuters y Bloomberg, en este encuentro no se llegó a ningún acuerdo.

En cuanto al ingreso en divisas que brindaría la venta del Petro, los expertos consultados opinaron que podría representar un alivio en el flujo de caja y una entrada de recursos para honrar los compromisos de deuda.

“Si el Gobierno central levanta recursos con el Petro, como lo ha venido indicando, es factible que pueda cancelar toda esta moratoria que tienen en deuda externa, pero no hay ninguna forma de investigarlo, hay muy poca transparencia”, señaló Casique.

Guarino insistió que el mercado se mueve por expectativa y si los acreedores detectan que el Gobierno efectivamente no cuenta con los fondos para pagar, entonces tomarían acciones legales, incluso, el embargo de bienes, como Citgo, filial de Pdvsa.