Hasta el viernes, el oro había ganado 9,7%, el Índice de Materias Primas de Dow Jones UBS UBSN.VX -0.73% 8,1%, el bono del Tesoro estadounidense a 10 años 6,4%, el Índice Mundial de acciones de países desarrollados MSCI 4,8% y el Índice de Mercados Emergentes MSCI 4,3%.

Los incrementos reflejan la capacidad de resistencia de los mercados en medio de un crecimiento económico desigual en Estados Unidos y de la agitación política y económica en Medio Oriente, Ucrania y otros lugares.

Alzas simultáneas en las seis categorías son inusuales, debido a que las acciones y la mayoría de las materias primas suelen subir en las épocas de bonanza, mientras que los bonos y el oro se benefician de las turbulencias en los mercados. La última vez que los seis indicadores subieron al mismo tiempo en el primer semestre fue en 1993.

Muchos inversionistas apuntan a señales de recuperación en la economía global y al compromiso de la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Japón y el Banco Central Europeo de mantener las tasas de interés bajas mientras sus economías siguen recuperándose de la recesión de fines de la década de 2000 y de la crisis del euro en 2011. Otros dicen que el pronunciado declive del año pasado en los precios de los bonos y el oro en medio de un alza de 30% del S&P 500 preparó el terreno para el repunte de estos activos.

"Estamos en la temperatura perfecta", dice el gestor de activos Jack Flaherty, en referencia a que los mercados no son percibidos como muy calientes ni muy fríos, sino en su punto. Flaherty es director de renta fija de EE.UU. en GAM, firma que administra más de US$120.000 millones en activos en todo el mundo.

Al mismo tiempo, los avances en los precios y el declive en los volúmenes de negociación y la volatilidad ha puesto nerviosos a muchos inversionistas y analistas.

El Índice de Volatilidad CBOE, un barómetro de los movimientos esperados en el mercado basado en opciones, promedió 13,8 en el primer semestre de 2014, su lectura más baja en ese período desde 2007 y 31% por debajo de su promedio a largo plazo de 20,04. En 2013, el VIX promedió 14,2 durante igual lapso.

Las autoridades, como la presidenta de la Fed, Janet Yellen, y el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, han advertido que los precios altos y la baja volatilidad sugieren que los inversionistas se están volviendo muy complacientes, asumiendo demasiado riesgo a cambio de muy poca recompensa.

"Hasta ahora ha sido un año extraño", reconoce Mike Sorrentino, estratega jefe de Global Financial Private Capital, que supervisa poco menos de US$4.000 millones. Sorrentino, quien dice que ha mantenido más efectivo de lo usual, está limitando sus compras a acciones que han subido de forma pronunciada este año. "No estoy dispuesto a interponerme en el camino de algo que puede explotar", dice.

Uno de los principales motores del repunte es la caída este año del rendimiento del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años, que el viernes se ubicaba en 2,531%, frente a 3% a fines de 2013. Muchos inversionistas habían pensado que el rendimiento subiría y que el precio de los bonos (que se mueve en forma inversa a las tasas de interés) bajaría en medio de un mayor dinamismo de la economía estadounidense.

La caída de los rendimientos ha llevado a muchos inversionistas a optar por las acciones, los bonos y las materias primas alrededor del mundo en busca de retornos más altos.

Los beneficiados van desde los sectores de mejor desempeño en el mercado bursátil de EE.UU., como las empresas de servicios públicos, hasta los activos de mercados emergentes que han oscilado marcadamente este año en medio de la calma de los mercados desarrollados.

Después de una venta generalizada en enero, los inversionistas han vuelto a los mercados emergentes, en busca de mayores rendimientos en países como Brasil e Indonesia. El índice de divisas de mercados emergentes MSCI acumula un alza de 2,6% este año. A la deuda de mercados emergentes le ha ido incluso mejor, con una ganancia de 8,8% en 2014, según J.P. Morgan Chase JPM +0.09% & Co.

Las esperanzas de reformas que favorecen a los inversionistas en países en desarrollo han ayudado a elevar los retornos. La elección del candidato reformista Narendra Modi en India, por ejemplo, causó un repunte en el principal indicador bursátil del país, que ha subido 19% en lo que va del año.

No todos los activos de los mercados emergentes se han apreciado. El yuan, la moneda china, registra un descenso de 2,7% frente al dólar este año luego de que el banco central intervino en febrero para reducir su valor.

Algunos inversionistas temen que las acciones y los bonos en EE.UU. y en otros lugares puedan estar caros después de rachas alcistas prolongadas.

Los rendimientos de los bonos podrían subir, y los precios caer, si el crecimiento de EE.UU. se acelera o la inflación cobra impulso.

"Un gran riesgo sería una sorpresa con las tasas de interés", dice Donald Ellenberger, quien ayuda a supervisar unos US$10.000 millones como jefe de estrategias multisectoriales de la firma de valores Federated Investors Inc. FII +1.35%

—Ira Iosebashvili, Min Zeng y Mike Cherney contribuyeron a este artículo.

unísono

 

Fuente: The Wall Street Journal

Lunes 30 de Junio 2014
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Por: Chris Dieterich, Nicole Hong y Tatyana Shumsky